ALIANZAS DAÑINAS

“….haya alianza entre tú y yo…..”2 Crónicas 16:3ª

Por causa del espacio invito al lector a leer las siguientes Escrituras que tienen que ver con esta historia bíblica: 2 Crónicas 16:1-3; 7-10; 17:1-6; 9-13;  18:1-3; 19:1-2;  20:35-37. Todas estas citas son parte  concretas de lo que le ocurrió al rey Josafat. Para tomarle el pulso a esta historia tener un poco de información con el contexto.

Estas historias del Antiguo Testamento siempre nos marcan en el suelo como si fuera una señal, a las que si damos atención nos bendecirán y nos protegerán a la vez.

Hay tan pocas historias que verdaderamente alterarán nuestra vida, pero si vamos a las páginas de la Biblia somos enriquecidos de una manera amplia.

La historia del rey Josafat es parte de lo que le ocurre a los israelitas, tanto a los del reino del norte como a los del sur.

En ocasiones parece una repetición. ¿Es que acaso estos reyes no leían los manuscritos que revelaban las consecuencias de no hacer caso a Dios? En ocasiones, estos reyes vivieron en el mismo tiempo que algunos monarcas experimentaron grandes beneficios de parte de Dios o fueron alcanzados por los juicios de Jehová. Sea como sea, nos encontramos con la historia del rey Josafat, y espero poder compartir con el lector algunos puntos de interés, a los cuales, si somos sabios, habremos de dar atención.

No tenemos que ser protagonistas afectados por no seguir las palabras del sabio, cuando dijo: “Nadie aprende por los errores de otros”.  Yo no creo que es así. Yo creo que sí podemos aprender a evitar que nos ocurra lo que le ha ocurrido a otros. La misma palabra de Dios nos exhorta a que recordemos. Jesús nos lo dijo en referencia a la esposa de Lot: “Acordaos de la mujer de Lot”.  Pablo lo dice en su carta a los corintios. Por lo tanto, demos atención,  y aprendamos.

EL REY ASA

Si leemos el recuento bíblico acerca del padre de Josafat podemos observar, por lo menos, tres puntos:

1. Comenzó bien.
2. Pudo terminar mejor. (16:9).
3. Hizo alianza con el rey de Siria (16:7)

EL REY JOSAFAT

Comenzó con una buena estrategia.  Se hizo fuerte contra Israel, el reino del norte. Para beneficio del lector, le recuerdo que en este tiempo Israel había sido dividido en dos reinos Israel y Judá. Israel se desvió totalmente de la adoración de Jehová y se convirtió en un reino mixto, el cual era despreciado por los de Judá, que se consideraban aceptados por Dios, ya que Jerusalén era la capital y el templo se encontraba en su territorio.. Hubo buenos reyes en Judá, pero no podemos decir lo mismo de Israel.

Por eso Josafat hizo bien al hacerse fuerte contra el peligro de Israel. Guerrear contra Israel era como luchas contra sus dioses paganos. Era un conflicto religioso.

Josafat no solo comenzó con una buena estrategia, sino que BUSCO A DIOS (17:3-4). Por ello el Señor lo recompensó (17:5).  Josafat se animó a tener una adoración limpia ante Jehová y  quitó los altares de los dioses falsos que todavía quedaban en Judá.

La historia de Josafat sigue tomando un matiz de hermoso color, porque se convierte en un REY MISIONERO (17:7-9).

Envió a muchos predicadores-sacerdotes a enseñar al pueblo a adorar a Dios correctamente. Hoy hay falta de enseñanza en este respecto. Muchos creen que adorar a Dios es hacer bulla, y mientras más bulla hay mejor es la adoración. De este error  el pentecostalismo es un ejemplo que no debemos imitar. Estos sacerdotes salieron por todo el reino de Judá a enseñar al pueblo, y con ellos llevaban los mandamientos de la Palabra (17:9). Recorrieron todas las ciudades. No quedó una sin ser alcanzada por las enseñanzas de estos sacerdotes-predicadores. Yo les llamo así, porque no era la función de los sacerdotes enseñar, sino sacrificar. Pero también llevaron consigo a los levitas, quienes sí estaban capacitados para esta grandiosa obra.

Esto agradó al Señor. De tal manera fue su agrado, que el temor de Dios cayó sobre todas las naciones que estaban alrededor de Judá y no se atrevieron hacer guerra contra Josafat (17:10).  ¡Qué importante lección para nosotros!

¡Qué ejemplo digno de ser imitado! Antes de alcanzar al mundo, es necesario EDUCAR  la iglesia.  Antes de enseñar a los inicuos tenemos que asegurarnos que los nuestros están pasando el exámen de la asignatura. La asignatura en este caso era LA ADORACION VERDADERA.

Los pueblos que estaban por aquellas regiones sintieron el temor de Dios. El temor de Dios los aguantó, les puso un freno. ¡Qué maravilloso es el plan de Dios! ¡Cuán gloriosa es su palabra!

Josafat fue engrandecido con riquezas y dones. Josafat edificó y tuvo grandes proyectos cumplidos. Se hizo de un gran ejército y su poder no fue desafiado. Nadie se atrevía a enfrentarse a Josafat. Todos sabían que Dios el Todopoderoso estaba con él. Su engrandecimiento se hizo notorio en la tierra. Pero……….No quisiéramos leer de peros. Las peras son dulces, pero estos peros son amargos. Este pero de Josafat  le fue causa de gran amargura. Recibió un daño por causa de ello.

UNA ALIANZA ERRONEA 

Cometió un error como su padre Asa. En medio de las bendiciones, las victorias y la prosperidad, se le ocurre visitar al rey Acab, rey de Israel, con el cual tenía parentesco.

Acab  era un rey malo. Se paseó entre los peores reyes de Israel. Fue el quien se casó  con la hechicera y pagana Jesabel, hija del rey de los sidoneos. Este Acab fue quien trató de matar al profeta Elías en varias ocasiones.

Josafat tuvo que haber estado al tanto de todos estos acontecimiento, pero aun así, y todo, fue a Samaria para visitar a su vecino Acab. Fue agasajado  y festejado. Creo que Josafat se sintió un poco mareado con todo aquello. Fue el momento correcto para que el diablo le tendiera la trampa.

Satanás siempre espera por la oportunidad conveniente. Fue así como Acab lo invitó a una aventura guerrerista contra Ramot de Galaad. Rápidamente Josafat dijo que sí. ¿Estaba bajo la influencia de alguna bebida? Pero estuvo suficiente sobrio para preguntar si había algún profeta para consultar a Jehová.

Esto es muy común entre muchos cristianos. Hacen una decisión y después piden oración. Josafat en su aturdimiento quiso “santificar”, hoy le diríamos: “cristianizar”  su decisión.

Los cristianos oramos primero y después hacemos decisiones. Y no basta con orar al respecto, es imprescindible esperar respuesta de parte del Señor.

Pero en ese momento Josafat creía que consultando a Jehová estaba haciendo algo digno.

La historia sigue contando que Acab trajo a cientos de profetas que le dijeron lo que Acab quería oir: Que tendrían una victoria rotunda. Pero Acab conocía que ellos estaban haciendo aquello como un espectáculo religioso. Josafat pidió por un profeta genuino.

¡Cuán necesario oìr palabra de Dios de los labios de un siervo genuino! Un hombre de Dios sin agendas escondidas.  Un varón de Dios que lo que le importa es hablar lo que Dios le ha dicho. Alguien que no sea un “eco”, pero que tenga palabra fresca de parte del Altísimo.

Finalmente el profeta Micaías fue traído, y después de imitar sarcásticamente a los falsos profetas, declaró la verdad.  La verdad era que si iban a la guerra contra Ramot serían derrotados.

AQUÍ ESTA EL PROBLEMA CON EL COMPROMISO DE UNA ALIANZA. A pesar de lo que el profeta Micaías había dicho Josafat consintió en acompañar al rey Acab. ¿Cómo es esto posible? ¿Para qué consultó a Jehová?  La presión de una alianza no puede ser vista como algo ligero. Podemos entrar en alianzas por medio de libros que leemos,  a través de predicaciones y consejos que oímos, o asociaciones. Nuestro espíritu entra en una alianza con aquello que hemos oído o visto. Ya sea para bien o para mal.

La derrota se llevó a cabo. Acab perdió su vida aunque se disfrazó para que no lo reconocieran en la batalla. PERO YA DIOS HABIA DICHO SU PALABRA.  El cielo y la tierra  pasarán pero la PALABRA DE DIOS PERMANECE PARA SIEMPRE.

Josafat escapó por la misericordia de Dios. PERO HABIA SUFRIDO UNA DERROTA. ¡Algo que pudo evitar!

DIOS LE DA UNA OPORTUNIDAD 

¡Cuán grande es la misericordia de Dios! Cuando Josafat  llegó  a Jerusalén, el profeta Jehú lo confrontó. Lo reprendió por su desobediencia. Le reprochó aquella alianza que había hecho con el sanguinario Acab.  Josafat lo reconoció y fue restablecido ante los ojos de Dios.  Jehová había recordado la antigua piedad de Josafat (2 Crónicas 19:3).  Le plació al Señor darle esa oportunidad.

Cuando Josafat se humilló comenzó nuevamente a edificar y a tener victorias contundentes.

Estimado, ¿pero qué de la derrota sufrida que echó a perder el buen orden con que anduvo Josafat? ¿Qué de los muertos? El pudo haber muerto innecesariamente.

Cosas como estas ocurren cuando incurrimos con alianzas que no son las buenas ni las aprobadas por el Señor.

Nosotros como iglesia de Dios seguimos corriendo el peligro de las alianzas incorrectas. Yo veo esas indicaciones y esos signos a mi derecha y a mi izquierda. Parece ser que no aprendemos de lo que ha ocurrido anteriormente.

Oportunidades de avivamientos son perdidas por ocuparnos en lo que Dios no nos ha dirigido hacer. Por temor a las alianzas hechas yo he visto sufrimientos, daños y hasta muerte. Todo por causa de alianzas que no queremos ofender.  Las alianzas se convierten en algo que compite con la dirección clara del Espíritu Santo. Las alianzas nublan la vista y prostituyen el juicio.

Estimado lector, analice su alianza. ¿Se ha dejado influenciar por los que sus ojos ven y han oído? Su futuro depende de su discernimiento. ¡Tengamos cuidado con una alianza errónea!

Amén.