Español

Hna. Maria

Mi nombre es María Del Carmen Rosales. Nací en el 22 de Agosto del año 1967 en El Salvador. Vine a los Estados Unidos en 1983 a vivir con mi madre, quien era salva y parte de la Iglesia de Dios. Fui salva a los 15 años de edad en el 20 de Marzo del 1983. Desde entonces, he sido parte de la Iglesia de Dios en Miami. Dios, en su misericordia me salvó a una edad temprana. El me a guiado en todas las etapas de mi vida y me a bendecido con una bella vida en El. También, yo enseno la clase de los adultos en la Escuela Dominical en español desde el año 1990. Sin duda, he sido grandemente bendecida enseñándola. Disfruto estudiar la palabra de

Dios al igual a compartirla con los Santos. Atravez de los diversos tópicos que hemos cubierto, los estudiantes, que van desde los 30 a 85 años, y yo hemos recibido los beneficios de ser edificados por la palabra de Dios. Es muy gratificante ver el crecimiento espiritual y entendimiento de muchos de los estudiantes atravez de las lecciones. Sobre todo, es un gran honor servir a Dios y Su reino en esta capacidad.

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Hno. Carlos

Mi nombre es Carlos Daniel Masó González, y nací a un hogar Cristiano en Pinal del Rio, Cuba en el 6 de Junio del año 1963. Mi mama, quien es una influencia para mi vida a lo que concierne la maestría, era una maestra de la escuela Dominical, y ahora es pastora de la Iglesia de Dios en Cuba. Fui salvo cuando tenia once anos en el año 1974. He estado enseñando desde el año 1983 en la Escuela Dominical y en varios proyectos con la juventud. En el año 1993, fui grandemente bendecido en ayudar a coordinar, y participar, en un currículo de enseñanzas en la formación del pastorado que tubo grandes resultados en Cuba. Desde el año 1998, estoy viviendo en los Estados Unidos con mi esposa y mis hijos. Yo comparto la responsabilidad de enseñar la clase de Escuela Dominical de los adultos en español. Esta experiencia me a llevado a nuevos niveles de espiritualidad también como en el entendimiento de la palabra de Dios.

Encuentro que ser meastro me da la oportunidad de, no solo interactar con otras personas, pero tmbien tratar de sobrepasar mi timidez. Por otra parte, veo que al compartir mi experiencia, termino mas enriquecido cuando oigo las de los otros. Las preguntas que hacen durante la clase, no solamente me mantienen retado pero tambien me hace posible cuestionar y reevaluar mis opiniones y pensamientos. Este proceso hace la clase mas dinámica, significativa y memorable. Atravez de todo, confió en la ayuda del Espíritu Santo y descanso en la sabiduría de la vida que la palabra de Dios puede impartir a cada proceso humano.

Es un gran placer ensenar la Escuela Dominical. Tenemos un grupo de adultos que van desde los 30 a 80 años y vienen de varios países. Como consecuencia de esta variedad de culturas, nuestro idioma de español es muy rico, único e influenciado por el español de Miami.