La historia detrás de la historia

El relato bíblico del diluvio es conocido por la mayoría de personas que pueblan nuestro planeta. Aun los escépticos concuerdan en que un inexplicable cataclismo ocurrió que tiene que ver con algún tipo de diluvio. Nosotros como cristianos sabemos la razón por qué este fenómeno ocurrió.

Pero después del diluvio (Génesis 7, 8), al salir del arca, la cual descansó en los montes de Ararat  (hoy Turquía) Noé y su familia comenzaron a construir una nueva vida. Solo podemos imaginar todo lo que esto implica.

Pero con el pasar del tiempo, Noé plantó una viña.

No creo que Noé tuviera la menor idea de  lo que aquella viña significaría para la historia del hombre.

Noé plantó la viña, bebió del vino, se embriagó, se desnudó. Fue algo bochornoso. Su hijo Cam lo vio (no trató de cubrir su desnudez), no sabemos si Cam lo vio como algo cómico, o si se burló de su padre, pero fue y se lo dijo a sus dos hermanos Jafet y Sem, los cuales volviendo sus rostro cubrieron a su padre.

Cuando Noé despertó de su embriaguez y supo lo que había ocurrido, maldijo a Cam y bendijo a Jafet y Sem.

Después de este lamentable incidente, si hacemos un estudio minucioso de las Escrituras vemos como los hermanos se separan y pueblan las regiones que escogieron para sí. Ahí vemos el comienzo de las naciones, las cuales no habían existido antes.

Hay lecciones  de las que podemos aprender en este hecho histórico.

  1. Tengamos cuidado con lo que sembremos y cultivemos.
  2. Lo que tomemos puede ponernos en una condición vergonzosa en un futuro.
  3. Los hijos de Noé deben haber perdido un poco del respeto que sus hijos tenían por él.
  4. Este acto último de Noé que leemos en la Biblia, nos pudiera dejar como con un poco de amargura en nuestra boca.
  5. Este acto pudiera  opacar ante los ojos de algunos, su comportamiento positivo como un hombre de fe y pregonero de justicia (Heb. 11:7; 2 Pedro 2:25).
  6. A Noé le debemos el Pacto que Dios hizo con él. EL pacto fue hecho a Noé y sus descendientes (Génesis 9:9).
  7. Noé vivió 350 años después del diluvio.  Después del incidente con su viña nada más sabemos de él. Excepto que Dios lo usa en el libro de Ezequiel como un ejemplo excepcional.
  8. ¿Cuáles deben  haber sido las reflexiones de este gran hombre de Dios al pensar en lo que ocurrió por causa de la viña que plantó? ¿Se atrevió a plantar otra? Creo que si lo hubiera hecho tuvo que haber tomado precaución.
  9. Si fue posible para Noé ver a sus hijos y nietos, éstos deben haberle pedido que repitiera una y otra vez  la historia de aquel histórico suceso del diluvio.
  10. La mirada de Noé debe haber tenido algo muy especial en ella.
  11. Esa historia fue llevada con sus hijos  a todas las tierras donde  se asentaron para vivir. Tenemos que recordar que cientos de años pasaron para que la tierra fuera poblada nuevamente. Lo mismo ocurrió con los descendientes de Adán y Eva. Y esta triste realidad se repite: que aquellos que oyeron la historia fueron descendientes directos del principal protagonista.

Jesús predicó un buen sermón, cuando dijo: “Uno de ustedes es diablo”. Una buena señal de un sermón eficaz es cuando los presentes comienzan a preguntar: “Señor, ¿soy yo?”. –Seleccionado

“La iglesia nació con fuego y sólo en fuego ella puede vivir y conquistar”. No podemos anunciar que hay un banquete, si no hay nada que comer”. –James Stewart

This entry was posted in 2-May, 2016 and tagged . Bookmark the permalink.