Esquina Juvenil

DECISIONES

Por

Juan González

¿Cómo es que algunos llegan a ser instrumentos útiles para Dios y otros no? La clave está en nuestras decisiones y reacciones frente a las circunstancias que atravesamos. Todas las personas a las que Dios usó con poder tomaron la determinación de vivir bajo el señorío de Cristo.

Las decisiones que tomamos determinan la clase de persona que seremos. En gran medida, quiénes somos en el presente es resultado de las decisiones que tomamos en el pasado. Nuestro carácter, valores, prioridades e intereses son consecuencia de nuestras decisiones. Desde que nacimos hemos sido afectados por decisiones en respectivos momentos de nuestra vida, no solo por nuestras propias decisiones, pero también por las de otros, por eso es muy importante que entendamos que al tomar una decisión, esta no solo afecta nuestras vidas y su transcurso, sino también a los que nos rodean.

Por otra parte, nuestro futuro puede moldearse a través de las decisiones que tomemos de aquí en adelante. Dios nos da la opción de decidir en ser obedientes a él y su palabra, o hacer oídos sordos; dejar el pecado o seguir en él; morir al yo o vivir para él. También decidimos qué actitud tener frente a nuestro pasado, presente y futuro. Como jóvenes muchas veces nos hacemos diferentes preguntas relacionadas a las decisiones que hemos tomado y que tomaremos al empezar una nueva y diferente etapa de nuestras vidas, como jóvenes adultos.

En la Biblia, la palabra de Dios, encontramos cientos de personas que tomaron no una sino muchas decisiones en sus vidas, que afectaron pueblos, familias y sus vidas en general. Algunas fueron decisiones correctas  y otras no, afectando el ámbito espiritual en los propósitos de Dios para sus vidas, veamos dos de estos ejemplos:

Abraham y Lot

Génisis 13: 1-13

En este relato Bíblico podemos ver claramente un ejemplo de las decisiones y sus consecuencias.  La palabra nos relata que Abraham había prosperado materialmente al igual que Lot, es decir estamos hablando de dos hombres a los que les había ido muy bien en lo material. Pero llegó el momento que su riquezas aumentaron y con éstas los problemas, los pastores de los rebaños de Lot contendían con los de Abraham porque eran muchos. Entonces Abraham llamó a Lot y le propuso que se separaran para evitar estos altercados entre ellos. Es importante notar que Abraham era el tío. El tenía todo el derecho y la autoridad de salir beneficiado de aquella situación, pero ya aquí vemos una cualidad importante en la vida de Abraham, para él era más valiosa la paz entre ellos y sus familias que cualquier beneficio que él pudiera obtener. Abraham dejó que Lot eligiera, que decidiera donde iba a vivir, por una sencilla razón. Abraham sabía muy bien que en realidad no importaba donde él estuviera porque su prosperidad y su bendición provenían de Dios, y no de los terrenos, ni de los bienes materiales, ni del mundo. Sin embargo nos dice Gen 13:10 que Lot alzó sus ojos y vio la llanura del Jordán que era tierra sumamente fértil e idónea para el cultivo y los ganados. Yo pienso que mientras Abraham aun hablaba, ya Lot estaba chequeando con su mirada lo que le convenía más. Lot tomó su decisión basándose en lo que sus ojos vieron; se dejó llevar de su vista antes de buscar dirección de Dios. Hizo una decisión que cambiaría su vida completamente, con severas consecuencias que afectarían su descendencia, hizo una elección pensando en el beneficio material que él pensó que podía obtener.

(CONTINUARÁ…..)

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