Editorial

Editorial

Es imposible describir cualquier año en estos últimos tiempos sin que haya una resonancia mundial. Nuestro mundo se ha hecho muy pequeño para sus habitantes. Nada ocurre en cualquier parte del planeta sin que los demás no lo sepamos en solo unas horas, inclusive, en minutos de su ocurrencia. Y el año 2010 no ha sido una excepción.

Desastres naturales, guerras, terremotos, derrumbes como ocurrió en Chile, lo ocurrió en Haití, huracanes, masacres, tragedias familiares por causa de la violencia, el incremento de la drogadicción, los secuestros, las hambrunas y la pobreza en sus peores matices, y los sucesos inexplicables han sido las cintillos que han predominado en nuestros diarios y revistas. Y si a esto añadimos la desmoralización de nuestra sociedad y la  continua erosión de los valores sociales y familiares, así como la corrupción religiosa y sus líderes, los cuales no parece llamarle la atención a quienes reportan y escriben las noticias, gritan en alta voz la condición caótica en la que parece que el mundo se ha acostumbrado a vivir. Nos hemos acostumbrado a ver lo malo, a oír lo malo y a esperar lo malo.

¡Qué grandioso sería si el año 2011 fuera totalmente diferente! Pero realmente no será así. Es más, creo que será peor. La Biblia lo predice. “…irán de mal en peor”.

No puede haber un mejoramiento sin Dios. Las cosas no podrán cambiar si el mundo vive de espaldas al Creador.

Pero, los hijos de Dios, los cuales caminamos con balance, reconocemos que LA ESPERANZA EXISTE.  Existe para los que llegan a la ·roca que es más alta que nosotros”.  El mundo no tendrá mejoramiento, pero los individuos que crean a Cristo y su santo evangelio, sí la tendrán. Los cristianos nos aferramos a esa “fortísima esperanza” de la cual habla el libro de los Hebreos.

Si ha habido necesidad de pasar tiempo de calidad en oración, ES HOY. Nunca estaremos tan altos como cuando estemos de rodillas. Creo que el tema más abundante de la Biblia es la oración. No hay otro tema bíblico que haya sido más influyente en la  vida de los escritores cristianos que lo que es la oración. Y creo que es por ese rol tan indispensable que jugó en la vida de tantos gigantes de la fe. Solo basta estudiar las biografías de John Hide, Spurgeon, Brainerd, John Fletcher, Hudson Taylor, Lutero, Wesley, Jonathan Edwards, Jeorge Muller, E. M. Bounds, Chambers, solo para mencionar algunos, para no sentirnos persuadidos que en nuestras rodillas ganaremos las grandes batallas.

Oh, estimado lector, comencemos este año de rodillas y terminémoslo de rodillas. Las batallas no son ganadas con palabras, sueños y anhelos. Es en oración que las estrategias espirituales nacen, son formadas y llevadas a cabo. La oración es el antídoto para el temor, la inseguridad, la debilidad y la falta de recursos. Aprendamos esta lección y vivámosla.  Amén.

This entry was posted in 1-Enero-Marzo, 2011 and tagged . Bookmark the permalink.